La albahaca: De los jardines antiguos a su cocina
Índice
De planta sagrada a héroe cotidiano
Cómo le gusta cultivarse a la albahaca
La albahaca en la cocina de hoy
Receta: Sopa cremosa de tomate con albahaca
De planta sagrada a héroe cotidiano
La historia de la albahaca es polifacética y cautivadora. La palabra "albahaca" procede del griego "basilikon", que significa "real". En la antigüedad, la albahaca se consideraba una planta sagrada: se asociaba a dioses y reyes y ocupaba un lugar especial en los jardines antiguos. En la India, la albahaca (concretamente la Tulsi) tiene un significado aún más profundo como planta sagrada en el hinduismo.
La albahaca llegó a Europa durante la Edad Media, propagándose desde Oriente Próximo a través de las rutas comerciales. La gente creyó durante siglos que la albahaca poseía poderes mágicos, y se convirtió en un ingrediente importante en los remedios caseros y la protección contra los malos espíritus. Sin embargo, fue en Italia donde la albahaca encontró su verdadero hogar, convirtiéndose pronto en parte indispensable de la cocina italiana.
Cómo cultivar albahaca
La albahaca es como un huésped veraniego amante del sol: se desarrolla mejor en ambientes cálidos y luminosos. Prefiere un suelo rico y bien drenado, y con el cultivo hidropónico puedes ofrecer a la albahaca las condiciones perfectas: mucha luz, humedad estable y los nutrientes adecuados. Un consejo es recoger siempre las hojas de la parte superior, para que la albahaca crezca más tupida y puedas disfrutar de más hojas.
El cultivo hidropónico es perfecto para quienes desean un suministro continuo de hojas frescas y fragantes sin depender del clima. La albahaca crece rápidamente y puede cosecharse varias veces por temporada, lo que la convierte en la favorita de los amantes de la cocina fresca.
La albahaca es rica en nutrientes importantes, como vitamina K, vitamina A y antioxidantes. Estos nutrientes contribuyen a reforzar nuestro sistema inmunitario protegiendo las células de posibles daños y apoyando los mecanismos de defensa naturales del organismo.
La albahaca en la cocina de hoy
Una buena albahaca se caracteriza por hojas frescas, de color verde oscuro y aroma intenso. La textura debe ser suave pero no blanda, y las hojas deben sentirse firmes y sanas al tocarlas.
En la actualidad, la albahaca protagoniza numerosos platos emblemáticos, desde el pesto alla genovese hasta la clásica ensalada Caprese. Su combinación de tonos dulces y ligeramente picantes la convierte en el complemento perfecto de los tomates, la mozzarella y el ajo. Pero la albahaca no es sólo para la cocina italiana. Encaja igual de bien en platos tailandeses, añadiendo un sabor refrescante a salteados y currys.
Uno de nuestros platos favoritos es dejar que la albahaca brille en una sencilla pero irresistible sopa de tomate. Es perfecta para las frías tardes de otoño, y es tan fácil de hacer que incluso un ajetreado día entre semana puede tener un toque de magia.
Receta: Sopa cremosa de tomate con albahaca
Ingredientes:
1 lata de tomates triturados (400 g)
1 cebolla amarilla, finamente picada
2 dientes de ajo picados
2 cucharadas de aceite de oliva
500 ml de caldo de verduras
100 ml de nata
Un puñado grande de albahaca fresca
Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:
Calentar el aceite de oliva en una olla y rehogar la cebolla y el ajo hasta que estén blandos y fragantes.
Añadir los tomates triturados y dejar cocer a fuego lento durante unos 10 minutos.
Vierta el caldo de verduras y deje que la sopa cueza a fuego lento otros 10 minutos.
Bata la sopa hasta que quede suave con una batidora de inmersión y, a continuación, añada la nata.
Pique la albahaca y añádala justo antes de servir. Sazone con sal y pimienta.
Sirva la sopa con un buen pan y quizás un chorrito de aceite de oliva extra por encima. La albahaca realza el sabor, haciendo de esta sopa un plato cálido y sabroso.